EL SECRETO DE RAIMUNDO SAPORTA

Raimundo Saporta dijo alguna vez que no escribiría sus memorias “porque tendría que mentir”. No sabemos a qué mentiras se refería. Posiblemente aludía a secretos sobre su carrera brillante y prolongada de gestor deportivo vinculado al Real Madrid o al deporte internacional. Aunque también existe la posibilidad que hablara de sus propios orígenes familiares sobre los que siempre ha existido confusión. Una confusión a la que el propio Saporta contribuyó en vida por motivos que revelaremos. En el presente artículo intentaremos aclararlo sin emitir ningún juicio moral sobre los motivos que pudieron llevarle a hacerlo. Motivos que, como veremos, pueden ser considerados perfectamente comprensibles y razonables.
Siempre se ha dicho que Raimundo Saporta Namias nació en París el 16 de diciembre de 1926 (y así aparece en toda su documentación española, por ejemplo en su Certificado de Defunción). Sobre sus padres hemos leído muchas cosas: que su padre era español y su madre francesa, que su padre era de origen judío y nacido en Marruecos, que su madre era armenia, que su madre era suiza, que eran rumanos, etc. Todas estas versiones pueden encontrarse haciendo una búsqueda en Internet o tirando de hemeroteca. La más extendida es la primera de las enumeradas y que el propio Raimundo explicó en numerosas ocasiones: “nacido en París de padre español y madre francesa”.
Visado de entrada en Brasil (1961) con los datos oficiales españoles de Raimundo Saporta. (1)
Lo cierto es que su padre (Jaime Saporta Magriso) había nacido en Salónica (entonces Imperio Otomano, actual Grecia) el 27 de septiembre de 1887 y su madre (Simona Nahmias) en Constantinopla (Imperio Otomano. Actual Estambul, Turquía) el 8 de febrero de 1902. Ambos eran judíos sefarditas, descendientes directos de judíos expulsados de España en 1492 y miembros de conocidas familias hebreas de Salónica, muchos de los cuales se trasladaron a Constantinopla tras la anexión de la ciudad a Grecia en 1912. El único hermano de Raimundo (Marcelo) también nació en Constantinopla/Estambul el 20 de marzo de 1923.
Según todas las biografías de Marcelo Saporta (2) (más conocido como Marc Saporta, destacado escritor e intelectual) la familia Saporta Nahmias vivió en Estambul hasta la crisis del 29, tras la que emigraron a París donde Jaime Saporta siguió con los negocios de banca que ya había iniciado en Turquía. Aquí surge una importante duda: ¿si la familia no emigra a París hasta después de 1929 cómo pudo Raimundo nacer allí en 1926?
Para resolver el misterio intentamos localizar la inscripción de Raimundo Saporta en el Registro de París (État civil de la Ville de Paris) con resultado infructuoso. No consta, no nació allí. ¿Cómo localizarlo pues? En las fichas del Consulado Español en la capital francesa de 1940 en las que sí aparecen sus padres Jaime Saporta, Simona Nahmias y su hermano Marcelo Saporta (3). Jaime y Marcelo eran ciudadanos españoles aunque jamás habían pisado España, lo que no es extraño pues tras el Decreto del general Primo de Rivera de 1924 que daba la nacionalidad española a los judíos sefarditas muchos se acogieron a él en las comunidades de los Balcanes. Simona Nahmias estuvo inscrita en el Consulado Español de París hasta 1964, la ficha de Raimundo ha desaparecido. ¿Qué había sido de Raimundo? En todo caso la vía francesa estaba totalmente cerrada, ni el registro civil ni el consulado español.
Segunda vía, dar por supuesto que nació en Estambul y buscarlo allí. Mismo camino: primero el registro civil, y nada. Seguimos por el Archivo del Consulado de España en Estambul, conservado en el Archivo General de la Administración; y nada. Tampoco en los Archivos Estatales turcos. Segunda vía también cerrada.
¿Cabía una tercera vía? Sí, las instituciones judías de Estambul. Nos pusimos en contacto con la Comunidad Judía de Turquía y hasta con el Rabinato, pero nada. Todos los intentos para localizar algún certificado de nacimiento de Raimundo Saporta fueron infructuosos. Y aunque en todos los documentos españoles de Raimundo Saporta consta París como lugar de nacimiento las dudas eran razonables, ¿habría nacido en Estambul? Parecía imposible confirmarlo documentalmente aunque era nuestra hipótesis.
Los Saporta Nahmias se integraron bien en la numerosa comunidad de judíos sefarditas emigrados a París. Muchos sefardíes de los Balcanes ya habían adaptado la lengua y cultura francesa en sus ciudades de origen por la eficiente labor educativa y cultural de la Alianza Israelita (Alliance Israélite Universelle) y su integración en Francia fue rápida. En 1937 Jaime (“James”) Saporta fue noticia en toda la prensa francesa por sufrir el robo de 120.000 francos en un autobús (4).
Cuando dábamos todo por perdido y no teníamos más que quedarnos con una mera hipótesis sobre el lugar de nacimiento de Saporta he aquí que aparece una nueva y quizá ya sí última opción.
Puesto que sabíamos que en esos años felices en París los hermanos Marcelo y Raimundo habían estudiado en el Lycée Carnot, ¿acaso no tendrían ellos alguna ficha o expediente que nos demostrara lo que sospechábamos? Varios correos electrónicos sin respuesta y varias llamadas de teléfono siempre respondidas con evasivas presagiaban que esta cuarta vía nos daría el mismo resultado que las tres primeras. Pero la casi ya desesperación nos llevó a presentarnos directamente en el 145 de la avenida de Malesherbes de París y contar nuestra batallita. De la recepción nos mandaron al desván (le grénier), y allí en el cuarto piso sin ascensor de uno de los edificios nos recibieron cuatro encantadores jubilados del Lycée que prometieron ayudarnos.
A los pocos días recibimos un sobre remitido por la asociación de antiguos alumnos (5) en la que su presidente Jean Pierre Chavatte nos remitía por fin la prueba documental que durante meses habíamos buscado sin cesar: ¡Constantinopla!
Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1938-1939 (5)
Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1938-1939 (5)
Raymond (Raimundo) Saporta nació en Constantinopla (Estambul) el 16 de diciembre de 1926. Además, gracias a una anotación al margen (“espagnol”) podemos saber que al igual que su padre y su hermano también era ciudadano español antes de viajar a Francia. Los felices años parisinos tocaron a su fin con la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de Francia en 1940. Para esa fecha parece que la aparición de Constantinopla como lugar de nacimiento empezaba a ser un problema para Raimundo Saporta por ser excesivamente indicativa de su condición sefardita y en las notas de su último curso en París (1940-1941, con los alemanes en la ciudad) su lugar de nacimiento quedó en blanco.
Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1940-1941 (5)
Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1940-1941 (5)
Para los judíos franceses se aproximaba la persecución y la muerte y algunos dirigentes de la comunidad sefardita lo sabían y tuvieron una idea para intentar evitarlo: tramitar pasaportes españoles (como hemos comentado muchos de ellos, como Jaime Saporta, lo habían hecho previamente en los consulados de los Balcanes) amparándose en el Decreto de Primo de Rivera de 1924 y pedir ayuda al cónsul Bernardo Rolland de Miota. Entre los más destacados referentes de la comunidad estaban los hermanos Nicolás y Enrique Saporta Beja (parientes de los Saporta Nahmias) quienes realizaron gestiones ante el cónsul Rolland (cuya actitud flexible y benévola salvó miles de vidas) hasta que este fue destituido en 1943 por el Ministerio de Asuntos Exteriores (6).
Dedicatoria y mensaje de gratitud de Enrique Saporta a Bernardo Rolland en 1957.
Dedicatoria y mensaje de gratitud de Enrique Saporta a Bernardo Rolland en 1957.
Entre las ideas de los Saporta y Beja estuvo la conversión al catolicismo para facilitar los trámites y la entrada en España. Desconocemos si esas conversiones fueron numerosas o puntuales, meramente de conveniencia o en algunos casos reales. Tampoco sabemos si fue el caso de los Saporta Nahmias, aunque cuando Raimundo Saporta falleció en 1997 se celebró un funeral católico y su esquela estuvo presidida por la cruz. También sabemos de alguna conversión anterior a la Segunda Guerra Mundial (7): Jaime Marcel Nahmias Carasso se presentó voluntario en 1936 para combatir con las tropas franquistas (carlistas concretamente) en la Guerra Civil y fue rechazado (“a causa de su raza o de su inutilidad física visible”). Consta que era un judío sefardita nacido en Salónica, residente en Francia y convertido al catolicismo. También era pariente de Raimundo Saporta. Así mismo sabemos que en algunos casos el cónsul Rolland aconsejaba a los sefarditas que viajaban a España que no indicaran ciudades orientales (Salónica, Estambul, etc.) como su lugar de nacimiento porque eran demasiado indicativas de su condición de judíos. Podría ser una explicación al “París” que aparece desde entonces en toda la documentación española de Raimundo Saporta como lugar de nacimiento.
Son años traumáticos sobre los que los protagonistas rara vez han dejado testimonio. Sabemos que los Saporta Nahmias (Namias a partir de entonces, la h desaparece) se instalan en Madrid en 1941, lejos de los soldados alemanes y el Holocausto (en el que perecerán muchos familiares suyos y buena parte de la comunidad sefardita de Salónica) aunque eso no supone la tranquilidad y la felicidad para ellos. Poco tiempo después de llegar un tranvía atropella a Jaime Saporta y lo mata. Doña Simona se queda viuda con dos hijos en un país extranjero al que acaba de llegar. País recién salido de una guerra civil y gobernado por los vencedores. Unos vencedores que han contado con la ayuda del nazismo, nazismo del que ellos han huido para sobrevivir. Son judíos (al margen de su posible conversión al catolicismo) en un país cuyo Jefe de Estado acaba de hacer un discurso de Fin de Año alabando a los Reyes Católicos por expulsar a los judíos en 1492 y haber ahorrado a España un “problema judío” (8) y que podía entrar en la guerra con el Eje en cualquier momento. De hecho los judíos residentes en España eran vigilados por la policía como “potencialmente peligrosos” y existió un Archivo Judaico sobre ellos (9) que tras la derrota del Eje en 1945 fue expurgado. El régimen franquista no era monolítico ni coherente en este tema y en el mismo convivían antisemitas fanáticos con filosefardíes, la actitud heroica de algunos diplomáticos españoles durante el Holocausto es prueba de ello. El propio Franco alternaba frases antisemitas como las del discurso de Fin de Año de 1939 previamente comentado o la retórica sobre el “contubernio judeo-masónico” con comentarios de simpatía hacia los sefardíes (10) o iniciativas culturales como la inauguración en 1941 de la Escuela de Estudios Hebraicos (adscrita al CSIC) con la edición de la revista Sefarad.
Era difícil saber lo que podía suceder en la España de los años 40 y la situación psicológica y emocional de aquella joven viuda y sus hijos es fácilmente imaginable. Era necesario y urgente reinventarse. Doña Simona lo sabía, era culta e inteligente y lo hizo de forma brillante. A partir de aquel día pasó a ser una dama francesa viuda de un banquero español y sus hijos eran unos huérfanos hispano-franceses. Su perfecto dominio del francés, el fuerte acento galo que les acompañaría de por vida hablando en castellano y un apellido aparentemente español (Saporta) que pocos reconocerían como judío hicieron el resto.
El resto de la historia es conocido: el joven Raimundo se integra bien en Madrid y nunca se separará de su idolatrada madre. Estudia en el Liceo Francés, se hace un hueco en el reducido mundillo del baloncesto madrileño como brillante gestor y allí Santiago Bernabéu se fija en él y le encarga organizar el torneo de baloncesto del 50 Aniversario del Real Madrid. La gestión es tan brillante que Saporta se convierte en el principal colaborador de Bernabéu. Una historia de lealtad y amistad de muchos años. La trayectoria de Saporta como dirigente en el Real Madrid, la Federación Española de Baloncesto, la FIBA o el Mundial de Fútbol 1982 es conocida por todos. Su contribución al nacimiento de las Copas de Europa de fútbol o baloncesto o a la Liga española del deporte de la canasta también. Fue gran amigo de Juan Antonio Samaranch, del Rey Juan Carlos y de todos los dirigentes del deporte europeo y mundial de la segunda mitad del siglo XX.
Indudablemente para el régimen franquista no debía ser desconocido el origen de Raimundo Saporta, lo que no le supuso ningún problema y nunca fue objeto de comentarios en la controlada prensa de la época.
Tan buena fue la relación de Saporta con el régimen que se dieron estampas tan llamativas como esta:


1961. Raimundo Saporta Namias recibiendo la Encomienda de Isabel la Católica (la reina que expulsó de España a sus antepasados en 1492) de manos de Fernando María de Castiella (ministro de Asuntos Exteriores, coautor en 1941 del libro irredentista falangista Reivindicaciones de España, voluntario de la División Azul).
El único roce (menor) de Raimundo Saporta con el régimen franquista se produce en 1973 cuando el club blanco agasaja y condecora al general israelí Moshe Dayan en un partido de baloncesto Maccabi de Tel Aviv-Real Madrid, las imágenes no gustaron en el gobierno. Las relaciones entre los dos clubs fueron siempre excelentes a pesar de que España no reconocería al Estado de Israel hasta 1986. Saporta tuvo mucha influencia en ello.
Saporta06
Por el contrario Marcelo (de espíritu más rebelde e inconformista) nunca se adaptará a España y acaba regresando a Francia y nacionalizándose francés en 1958, allí será Marc Saporta. Desarrolla una brillante carrera literaria y periodística y fallece en 2009.
En la transición democrática algunos grupúsculos neonazis publicaron listas de “judíos españoles en el poder” y Saporta aparecía en ellas con los errores habituales (“padre judío marroquí”, etc.) sin la menor repercusión, los orígenes de Raimundo Saporta nunca preocuparon a la prensa. Esos tiempos de agitación pasaron sin más y Raimundo vivió unos años más o menos tranquilos (tuvo algunos problemas de salud) siempre junto a doña Simona hasta su fallecimiento y sólo entonces (con casi 70 años) contrajo matrimonio con su compañera de toda la vida: Arlette Politi Treves. Oficialmente Arlette era otra francesa (París, 06/10/1930) residente en Madrid desde la Segunda Guerra Mundial, vecina de los Saporta desde siempre. En realidad Arlette (fallecida en 2009) también era una sefardita. La inscripción de su nacimiento tampoco ha podido ser localizada en el Registro de París…
Probablemente España sigue siendo un país antisemita y los judíos españoles optan por un perfil bajo o por guardar algún secreto como medida de protección. Fue el caso del judío sefardita Raimundo Saporta Nahmias (Estambul, 16 de diciembre de 1926 – Madrid, 2 de febrero de 1997), uno de los más importantes dirigentes del deporte español en la historia, cuya biografía debe ser modificada a partir de hoy. 
Notas:
(1) “Brasil, Cartões de Imigração, 1900-1965,” index and images, FamilySearch.
(3) Fichas del Consulado Español de París gentileza de Alain de Tolédo.
(4) L´Humanité, Le Petit Parisien, La Croix, La Populaire, etc. 13 y 14 de mayo de 1937.
(5)  U.P.A.L.Y.C.A.  Archives Lycée Carnot (Paris) Listes des éleves (C. V.)
(7)  Rother, Bernd, Franco y el Holocausto. Marcial Pons, 2005
Álvarez Chillida, Gonzalo, El antisemitismo en España, la imagen del judío (1812-2002), Marcial Pons, 2002.
(8) Discurso de Francisco Franco de Nochevieja de 1939: “Los motivos que han llevado a distintas naciones a combatir y a alejar de sus actividades a aquellas razas en que la codicia y el interés es el estigma que las caracteriza, ya que su predominio en la sociedad es causa de perturbación y peligro para el logro de su destino histórico. Nosotros, que por la gracia de Dios y la clara visión de los Reyes Católicos, hace siglos nos libramos de tan pesada carga…”
(9) Israel Garzón, Jacobo, El Archivo Judaico del Franquismo, Revista Raíces nº33, 1977.http://www.gariwo.net/dl/El-Archivo-Judaico-del-Franquismo.pdf
(10)  “Judíos, moros y cristianos aquí estuvieron y al contacto con España se purificaron”, “Cuando los fariseos decidieron la muerte de Jesús escribieron a las sinagogas pidiendo su asentimiento, los judíos españoles no sólo lo negaron, sino que protestaron…”  (Frases pronunciadas en la película Raza por el protagonista con guión escrito por Francisco Franco).
Agradecimientos: Rafael W. González Cabrera, Jacobo Israel Garzón, Alain de Tolédo, Laurence Abensur-Hazan, François Azar,  Susana Doñoro Fernández,  U.P.A.L.Y.C.A. Lycée Carnot.

FERNANDO ARRECHEA RIVAS
VÍCTOR MARTÍNEZ PATÓN

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